Hongos: De la penicilina al combate contra el cáncer

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Hongos: De la penicilina al combate contra el cáncer

Investigadores descubren compuestos en hongos con potencial para combatir el cáncer, abriendo nuevas posibilidades terapéuticas.

En 1928, Alexander Fleming descubrió la penicilina al observar que el hongo Penicillium notatum inhibía el crecimiento bacteriano, revolucionando la medicina moderna . Hoy, casi un siglo después, vuelven a ser protagonistas en la búsqueda de tratamientos médicos, esta vez con potenciales aplicaciones en la lucha contra el cáncer. Veamos más de los hongos medicinales.

Un hallazgo prometedor

Recientemente, científicos de la Universidad de Pensilvania identificaron compuestos en el hongo Aspergillus flavus que muestran actividad contra células leucémicas. Estos compuestos, conocidos como RiPPs (péptidos ribosomales y postraduccionalmente modificados), fueron modificados químicamente para mejorar sus propiedades anticancerígenas.

Aunque este tipo de hongo es conocido por producir aflatoxinas, sustancias tóxicas para los cultivos, este descubrimiento revela cómo algunos organismos considerados perjudiciales pueden ofrecer beneficios médicos significativos.

Diversidad fúngica en la investigación oncológica

La investigación sobre hongos y cáncer no se limita a una sola especie. En México, por ejemplo, investigadores de la UNAM han identificado alrededor de 30 especies de hongos que inhiben el crecimiento de células tumorales, incluyendo cánceres de colon, mama y pulmón. Estos hongos, que incluyen saprófitos, endófitos y extremófilos, producen metabolitos secundarios con propiedades citotóxicas, abriendo nuevas vías para el desarrollo de fármacos anticancerígenos.

Hongos medicinales en la terapia complementaria

Además de la investigación en laboratorio, ciertos hongos medicinales ya se utilizan como terapias complementarias en algunos países. Por ejemplo, el Trametes versicolor produce el polisacárido-K (PSK), aprobado en Japón como coadyuvante en tratamientos contra cánceres de estómago, esófago y pulmón.

Asimismo, el Ganoderma lucidum, conocido como reishi, contiene compuestos que modulan el sistema inmunológico y han mostrado efectos antitumorales en estudios preclínicos.

Un campo con vasto potencial

A pesar de estos avances, se estima que solo se ha explorado alrededor del 10% del reino fúngico, lo que sugiere que aún existen numerosas especies por descubrir con posibles aplicaciones terapéuticas.

La micoterapia, el uso de hongos con fines medicinales, continúa siendo un campo emergente que combina la sabiduría ancestral con la investigación científica moderna.

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Hongos: Fuente invaluable de agentes terapéuticos

Desde la penicilina hasta los compuestos anticancerígenos actuales, los hongos han demostrado ser una fuente invaluable de agentes terapéuticos. La investigación continua en este campo promete nuevas estrategias en la lucha contra el cáncer, ofreciendo esperanza y ampliando las opciones de tratamiento disponibles.

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