El medioambiente requiere de la ayuda no solo individual, sino de todos los gobiernos del mundo para comienzar a restaurar.
Hoy es el Día Mundial del Medio Ambiente, y con ese pretexto, se lanza el programa de la ONU: Una década para restaurar los ecosistemas. Se trata de un empuje global para restaurar los espacios naturales que se han perdido por el desarrollo de la humanidad. Con esto, el Programa Ambiental de las Naciones Unidas confía en darnos otra oportunidad como especie para devolver la vida a la naturaleza.
De lograrlo, el futuro pintaría más positivo, el aire, más respirable, y el planeta, un sitio mucho más friendly para todas las especies. Y si bien una década parece lejana, en realidad es poco tiempo para restaurar todo lo que se ha dañado en miles de años. Así que no, no se trata de un acto solitario. Necesitamos de los gobiernos para poder lograrlo. Algunas de las acciones que la ONU propone que nosotros, como ciudadanos, exijamos a los políticos y líderes de nuestros respectivos países, son:
1. Impulsar un movimiento mundial
Los gobiernos deben evitar la destrucción y degradación de miles de millones de hectáreas de ecosistemas. Es una tarea complicada debido a los recortes a presupuestos para controlar los incendios forestales, por razones, que suponemos, se relacionan con el ahorro. Pero todo se complica más si consideramos los efectos de la agricultura en algunas zonas, que han desastado tanto las tierras que les quedan pocas cosechas. Tierra muerta que los gobiernos de todo el mundo han permitido.
2. Invertir en restauración
Sí, se requieren recursos para restaurar el medioambiente. Las organizaciones que impulsan actividades sobre el terreno a menudo carecen de fondos suficientes y enfrentan inseguridad financiera. Por lo cual los gobiernos deberían destinar una parte de sus recursos —o más bien, de los impuestos que los ciudadanos pagan— a financiamientos de restauración a largo plazo.
3. Establecer los incentivos adecuados
Los gobiernos deben saber que invertir en ecología es sinónimo de ecosistemas saludables; estos, a largo plazo, pueden producir cosechas más abundantes y generar ingresos más seguros. Sin embargo, deben también reducir los subsidios que financian prácticas nocivas, por ejemplo, en las industrias agrícola y pesquera. Y también en la energética, donde los combustibles fósiles siguen siendo utilizados por ser más baratos aun cuando contaminan más.
4. Cambiar comportamientos
La deforestación, el agotamiento de las poblaciones de peces y la degradación de los suelos agrícolas son causados por los actuales patrones de consumo que los gobiernos tampoco frenan. Es necesario hacer campañas sociales que promuevan un estilo de consumo a favor del rescate del medio ambiente. Esto puede incluir desde cambios en las dietas hasta promover productos basados en la restauración.
5. Invertir en investigación y educación
Con el cambio climático, surgen nuevas dudas respecto de cómo resolver problemas como el aumento de las temperaturas o el cambio en los ciclos de lluvia. Es necesario que los gobiernos destinen dinero a la comunidad científica, para que sea posible prever los comportamientos climáticos y evitar desastres naturales. Resulta importante, también, apoyar con recursos educativos para que las futuras generaciones crezcan conscientes del cambio de mentalidad que se requiere para rescatar el planeta.
Estas son algunas de las acciones que los gobiernos pueden hacer para rescatar el medio ambiente y los ecosistemas. Es tiempo de rescatar, de sumar, de que todos creamos que es posible un mejor mundo, libre de desechos y de excesos que lo lastimen. ¡Exijamos y levantemos la voz!
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