¡Buenas noticias para los gansos! Nueva York acaba de aprobar la prohibición del foie gras obtenido de animales alimentados de manera forzada.
¡Buenas noticias para los gansos! El ayuntamiento de Nueva York acaba de aprobar la prohibición del foie gras, un producto alimenticio del hígado de patos o gansos alimentados de manera forzada. De origen francés, el foie gras o “hígado graso” involucra uno de los métodos más crueles para su obtención: un tubo metálico es introducido en las gargantas de los animales para alimentarlos de manera continua hasta que sus hígados se expanden diez veces su tamaño normal.
Por considerarse crueldad animal, Nueva York se suma a la prohibición, después de estados como California en donde la ley está vigente desde 2004. El consumo y producción de foie gras obtenido mediante alimentación forzada también está vedado en Argentina, el Reino Unido, Alemania, India, Israel y Australia. Además , cadenas de supermercados como Whole Foods dejaron de venderlo en 1997 y servicios de entrega como Postmates dejaron de enviarlo desde el año pasado.
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A disgusto de restaurantes de lujo y productores, la medida entrará en rigor en 2022 e infringirla podría resultar en multas de hasta 2 mil dólares. Ante las quejas, el Ayuntamiento de Nueva York ha dicho que la norma no será efectiva hasta dentro de tres años, tiempo suficiente para que los productores ajusten su modelo de negocio. Carlina Rivera, concejal de Manhattan que apoyó la iniciativa, dijo que esta ley “enfrenta al proceso más inhumano en la industria alimentaria”, y agregó que es “una de las prácticas más violentas y se lleva a cabo para un producto puramente de lujo”.
De la tortura a la mesa
Organizaciones han visibilizado que los animales comienzan el proceso de alimentación forzada a partir de los cuatro meses de edad. Según Anima Naturalis, además del tubo metálico que se introduce para pasar la maizena adicionada con grasa porcina, algunos criadores atan el cuello de los gansos y patos con una banda elástica para evitar que vomiten. En todos los casos, las aves son confinadas a una jaula que imposibilita su movimiento, facilitando el depósito de grasa en el hígado.
El resultado se conoce como degeneración hepática grasa y se trata de un estadio previo a la cirrosis hepática. De los 120 gramos que el hígado debe pesar en condiciones normales, el del foie gras pesa aproximadamente 1,300 gramos.
A menudo, lo anterior provoca dolores hepáticos y compresión pulmonar, lo cual dificulta la respiración. Una vez alcanzado el peso requerido, el ave es sacrificada en el sitio pues sus condiciones no le permiten ser trasladada.