Facebook ha tenido conversaciones con líderes de la religión católica para comenzar a migrar las misas y diezmos a la plataforma.
Tal vez Dios no tenga Facebook, pero dentro de poco tiempo las principales religiones del mundo podrían encontrar en esta plataforma la oportunidad de extender sus mensajes de fe a millones de personas. Todo esto debido al interés de Facebook por entrar al negocio de la religión.
De acuerdo con informes de The New York Times, la compañía ha estado desarrollando asociaciones con una amplia gama de comunidades religiosas en los últimos años. Desde congregaciones individuales hasta grandes iglesias a nivel mundial.
Desde que la pandemia obligó a los grupos religiosos a explorar nuevas maneras de operar, Facebook vio una oportunidad estratégica aún mayor para atraer a los seguidores de alguna religión para expresar su fe desde sus cuentas.
Facebook quiere convertirse en la sede virtual de la comunidad religiosa. Y quiere que las iglesias, mezquitas, sinagogas y otras entidades integren su vida religiosa en su plataforma. Desde la celebración de servicios de culto y la socialización más informal hasta la solicitud de dinero. Es decir, será 100% incluyente.
Para ello, la empresa está desarrollando nuevos productos (como el audio y el intercambio de oraciones) dirigidos a grupos religiosos, quienes podrán utilizarlo para llegar a sus creyentes.
Y aunque la vida religiosa en los templos no dejará de existir, muchos grupos religiosos ven una nueva oportunidad de influir en la vida espiritual de un mayor número de personas a través de Facebook. La red que, nos guste o no, sigue siendo la más influyente del mundo.
La religión, según Facebook
Hace unos meses, en Atlanta abrió una nueva sede de la famosa y enorme iglesia Hillsong. Dado que la iglesia abriría en plena restricción de misas debido a la pandemia, el pastor pidió consejo a la comunidad sobre cómo seguir adelante con las misas. La respuesta fue aliarse con Facebook.
Según relata el New York Times, la iglesia contactó al equipo de Facebook, cuyos desarrolladores se reunieron una vez a la semana con la iglesia Hillsong. Y exploraron cómo se comportaría la iglesia dentro de Facebook.
Cuando llegó el momento de la gran inauguración de Hillsong en junio, la iglesia emitió un comunicado de prensa en el que decía que se “asociaba con Facebook”. E iba a transmitir sus servicios de manera exclusiva en la plataforma.
En junio de este año, los ejecutivos de Facebook presentaron sus esfuerzos a los grupos religiosos en una cumbre religiosa virtual. Sheryl Sandberg, directora de operaciones de Facebook, compartió un centro de recursos en línea con herramientas para crear congregaciones en la plataforma.
“Las organizaciones religiosas y las redes sociales se complementan de manera natural. Porque, en esencia, ambas tienen que ver con la conexión”, dijo Sandberg al diario estadounidense.
“Nuestra esperanza es que un día la gente celebre servicios religiosos también en espacios de realidad virtual. O utilice la realidad aumentada como herramienta educativa para enseñar a sus hijos la historia de su fe”.
¿Es ética esta apuesta de Facebook?
Hasta donde sabemos, muchas de las alianzas de Facebook consistirán en pedir a las organizaciones religiosas que prueben o aporten ideas sobre nuevos productos. Y a esos grupos parecen no preocuparle las grandes controversias de Facebook.
De hecho, desde este año Facebook ya está probando una función de “oración”, en la que los miembros de algunos grupos de Facebook pueden publicar peticiones de oración y otros pueden responder.
Pero estas colaboraciones no sólo plantean cuestiones prácticas, sino también filosóficas y morales. Pues ya hace mucho tiempo, la religión ha sido una vía básica para que los seres humanos formen una comunidad. Ahora las empresas de redes sociales están asumiendo esa función.
Facebook cuenta con casi 3 mil millones de usuarios mensuales activos. Es decir, hay más usuarios de Facebook que creyentes del cristianismo en todo el mundo, que tiene unos 2,300 millones de adeptos. O que el islam, que tiene 1,800 millones de fieles y ya es la segunda religión a nivel mundial.
¡Cuidado con lo que compartimos en Facebook!
También hay que tener en cuenta la privacidad, ya que la gente comparte algunos de los detalles más íntimos de su vida con sus comunidades espirituales.
La posibilidad de que Facebook reúna información valiosa de los usuarios genera una enorme preocupación entre algunos especialistas en ciencia y tecnología.
Los objetivos de las empresas y de las comunidades religiosas son diferentes. Y muchas congregaciones, a menudo con miembros de edad avanzada, pueden no entender cómo podrían recibir publicidad u otros mensajes basados en su compromiso religioso.
Un vocero de Facebook dijo que los datos que se recaben de las comunidades religiosas se manejarían de la misma manera que los de otros usuarios. Y que los acuerdos de no divulgación eran un proceso estándar para todos los socios que participan en el desarrollo de productos.
Habrá que esperar a ver el funcionamiento y la dinámica de estos grupos de religión dentro de Facebook, para poder analizar qué tan buena (o no tan buena) idea fue dar este paso estratégico.
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