Café, soja, aceite de palma, carne… entre otros productos, serán prohibidos en Europa si provienen de la deforestación.
Finalmente las instituciones europeas tomaron una decisión magistral sobre un texto legislativo que establece que cualquier producto debe estar “libre de deforestación” para poder ser vendido en territorio europeo. Sin embargo, el sector financiero fue excluido del acuerdo.
¿Será que pondrán fin a las motosierras y a las excavadoras en los bosques? Al menos en Europa parece ser que sí, pues el Parlamento europeo, la Comisión y el Consejo aprobaron definitivamente en lo general ayer por la noche.
Si bien Europa es el segundo mayor importador de deforestación del mundo -solo por detrás de China- pronto cualquier producto como la soja, el aceite de palma, el cacao, la madera, el café o incluso la carne de vacuno, el caucho y determinados subproductos como el cuero, el chocolate o los muebles serán prohibidos en Europa.
Europa prohíbe productos derivados de la deforestación
Por su parte, el maíz, por el que había cabildeado el Parlamento, no se incluyó, pero podría tomarse en consideración en una cláusula de revisión dentro de dos años.
“Es colosal cuando miras todos los productos en cuestión. Son muchos objetos cotidianos, el papel de nuestros libros, el bistec, el carbón para hacer la barbacoa…”, señaló Pascal Canfin, presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo.
“Tienes aceite de palma pero también sus derivados, que se encuentran en productos cosméticos”, prosiguió.
El grado de verificación variará dependiendo del riesgo “alto, estándar o bajo” del país de origen. Y las autoridades aduaneras tendrán que reforzar seriamente su personal.
Empresas deberán acreditar que sus productos no provienen de la tala de árboles
Las grandes empresas, entonces, deberán acreditar en un plazo máximo de doce meses, desde la entrada en vigor de la normativa europea, que sus materias primas no han sido cultivadas en terrenos deforestados a partir de 2020. Para las empresas de menor tamaño, este plazo será de 25 meses.
El acuerdo también aborda la degradación de los bosques naturales y no solo de los “bosques primarios”, que son pocos en Europa. Este último, sin embargo, no obtuvo la extensión a bosques para proteger otras áreas naturales como el Cerrado brasileño, pero será revisado en un año. Mientras que la protección de sabanas y otros humedales dentro de dos años.
¡Habrá multas a quien no cumpla!
Celebrando este gran paso, Greenpeace Europa consideró necesario ampliar el ámbito de acción del continente: “en los próximos años, para proteger la naturaleza en su conjunto, no solo los bosques, hay evitar que las empresas destruyan la naturaleza y que no solo accedan a los mercados de la UE, sino también para obtener préstamos de los bancos europeos”.
El incumplimiento de esta ley puede dar lugar a multas de hasta el 4% de la facturación europea de la empresa en cuestión. Los legisladores, por su parte, han tenido cuidado de armonizar las multas en toda Europa para que los países no se sientan tentados a participar en la deforestación de los bosques.
¡Bravo por Europa!
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