¿A quién no le gusta ordenar cosas en línea? La sensación de recibir un regalo y la emoción de abrirlo que nos embarga al momento en que llega el correo a nuestro hogar con nuestras compras más recientes. Es verdad […]
¿A quién no le gusta ordenar cosas en línea? La sensación de recibir un regalo y la emoción de abrirlo que nos embarga al momento en que llega el correo a nuestro hogar con nuestras compras más recientes.
Es verdad que el mundo de las compras por internet ha crecido tanto que ahora podemos tener en cuestión de días algo que ordenamos desde China o vender nuestros productos a personas de cualquier parte del mundo. Las ventajas son numerosas, ya que el hecho de no encontrar algo que necesitemos en el supermercado más cercano o incluso en todo el país ya no nos detiene.
Sin embargo, la misma experiencia del “online shopping” se ha convertido en una adicción para algunos o en gastos innecesarios para otros. ¿Realmente necesitamos que nos envíen a nuestra casa las compras del supermercado de la esquina? Muchas de estas compras ya no son necesarias, sino de comprar por el simple hecho de hacerlo y no nos damos cuenta del enorme costo para el medio ambiente que estamos causando, especialmente en relación a los empaques y el transporte de estos pedidos en línea.
Al año, de acuerdo con Fast Company, se envían aproximadamente 165 billones de paquetes al año, sólo en Estados Unidos, lo cual equivale a más de 1 billón de árboles para elaborar todo el cartón de los empaques. Igualmente, para las empresas es importante que el contenido llegue intacto y por ello recurren al uso excesivo de diversos tipos de plástico para envolver, el cual finalmente termina en la basura sin que se le pueda reciclar o dar un segundo uso.
El transporte también tiene un drástico efecto en el ambiente, pues del combustible necesario para entregar los paquetes al año las emisiones de dióxido de carbono generadas ascienden hasta 15 millones de toneladas métricas al año.
Es claro que mientras sigan aumentando las compras por internet, también crecerá el impacto para el medio ambiente. Tanto las marcas, los distribuidores y consumidores debemos asumir nuestra responsabilidad de reducir el impacto de los empaques en nuestro entorno, por esto, debemos considerar alternativas para evitar contribuir al desperdicio del “Efecto Amazon” como consumir de manera local; escoger la opción de “recoger en tienda” que ofrecen algunos vendedores online; comprar productos en tiendas amigables con el medio ambiente que utilizan empaques reciclados para enviar sus productos o evitar los impulsos e investigar antes de adquirir cualquier cosa por internet. Simplemente con empezar a hacer compras más inteligentes ayudaremos a disminuir los desperdicios y su efecto negativo en el medio ambiente.