Por segundo año consecutivo, Islandia, una de las últimas tres naciones de balleneras del mundo, no cazará a ninguno de sus ballenas.
Sin embargo, existe la posibilidad de que esta medida sea permanente. Según los comentarios de Gunnar Bergmann Jonsson, gerente de la compañía de caza ‘Minke’, a AFP, “Nunca volveré a cazar ballenas, me detendré para siempre”.
Kristján Loftsson, el hombre al timón de ‘Hvalur’, otra compañía ballenera local restante, dijo al periódico islandés, Morgunbladid, que sus barcos tampoco cazarían estos cetáceos. Sus embarcaciones permanecieron en el puerto durante 2019 en medio de un mercado desafiante para la exportación de ballenas de aleta a Japón.
¿Qué se ha hecho?
Fue en 1986 que la Comisión Ballenera Internacional aprobó una moratoria global que “detenía” la práctica de la caza comercial de ballenas. Sin embargo, Islandia, que presentó una objeción oficial, reanudó la caza de los mamíferos en 2006, con un estimado de 1,700 especímenes muertos desde entonces, de acuerdo a datos de la organización benéfica Whale and Dolphin Conservation.
Las otras dos naciones balleneras restantes, Japón y Noruega, también desafiaron la prohibición, a menudo citando necesidades de investigación.
Gracias a que la opinión pública ha seguido alejándose de la idea de cazar ballenas, existe un aumento correspondiente en el número de personas que van a experimentar el avistamiento de estos majestuosos mamíferos.
Buenas noticias para las ballenas
En Hauganes, un pueblo costero del norte de Islandia, el número de visitantes para el avistamiento de ballenas aumentó de tan solo 137 a 4,000 en 2015 y a 17,000 en 2018. “Los últimos balleneros parecen estar saliendo”, dijo Patrick Ramage, director de conservación marina del Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW).
Rob Read, director de operaciones del grupo de conservación marina, Sea Shepherd, dijo al periódico Independent de Reino Unido: “Ahora es el momento para que Loftsson, cuelgue sus arpones y que Islandia se convierta en un observador ético de ballenas, no en la nación de la caza de ballenas”.
Los conservacionistas marinos han insistido en la necesidad de proteger a las ballenas de los objetivos tradicionales balleneros, ya que estas criaturas son vulnerables a la contaminación ambiental y al cambio climático.
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La caza de ballenas de aleta (balaenoptera physalus) es particularmente controvertida, ya que es el segundo animal más grande en el mundo luego de la ballena azul, además de encontrarse en peligro de extinción. A pesar de que los números han aumentado desde 1970, esta rara especie figura actualmente en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN.
- En 2018, una encuesta de Gallup descubrió que solo el 1% de los islandeses comía carne de ballena regularmente. El 84% afirmó no haberla comido nunca.
- Islandia es una de las tres naciones balleneras existentes junto con Noruega y Japón. Luego de haber reanudado la caza de ballenas en 2003 después de una pausa de 14 años, la nación isleña ha matado a 1,505 ballenas.