Las papas fritas Pringles llegaron al mercado en 1967 con un empaque genuino y creado por Fred Baur. Desafortunadamente, es altamente contaminante.
Las papas fritas Pringles llegaron al mercado en 1967 con un empaque genuino y creado por Fred Baur. De hecho, este químico fue enterrado en uno de los famosísimos botes cilíndricos en 2018. Y aunque no sabemos si Baur llegó a escuchar las fuertes críticas, lo cierto es que desde 2016, diversas asociaciones de reciclaje en todo el mundo consideran que el bote de Pringles es una pesadilla.
Esto porque cada lata está compuesta de una combinación de papel de aluminio, cartón, metal y plástico. La mezcla dificulta enormemente su reciclado. Lejos de mirar hacia otro lado e insistir en que su empaque mantiene intacto el producto, Kellogg’s, la firma que posee Pringles, se ha puesto manos a la obra y ha elegido Reino Unido para presentar su nueva iniciativa.
Este mes en tres tiendas de Tesco de Reino Unido podremos ver la nueva propuesta consciente de Pringles. El nuevo empaque reciclable posee 90% de cartón y 10% de plásticos que fungen como barrera para mantener cada papa en óptimo estado. Además, su tapa también es reciclable.
Durante seis semanas Kellogg’s analizará el comportamiento de los consumidores y determinará si la nueva propuesta se expandirá al resto de tiendas en Reino Unido. Se busca así con el objetivo puesto para 2025 de poseer un portafolio 100% reciclable.
Pringles quiere hacer las cosas bien y tener empaques reciclables
De manera paralela a la nueva propuesta, la firma se ha aliado con TerraCycle para establecer puntos de recolección públicos. De esa manera los consumidores podrán depositar sus latas de Pringles con la seguridad de que serán bien recicladas.
Como se puede ver en el video, las latas Pringles se trituran y se separan por sus diferentes componentes. Las tapas de plástico se peletizan y la base de acero se funde. De esta manera todos los materiales se pueden utilizar en nuevos productos o aplicaciones.
Hasta el momento han logrado reciclar 210,225 latas y los participantes reciben a cambio recompensas en forma de puntos que a su vez se convierten en donativos para organizaciones con fines benéficos.
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