El Museo Nacional de Antropología de México recibió el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025 por su labor en la protección del patrimonio y el diálogo entre culturas.
El Museo Nacional de Antropología de México ganó el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025. Este reconocimiento lo convierte en el primer museo latinoamericano en recibir dicho galardón. El jurado valoró su esfuerzo constante por conservar la diversidad cultural de México y por promover el entendimiento entre pueblos.
Ubicado en el Bosque de Chapultepec desde 1964, el museo resguarda más de 13,000 piezas arqueológicas y etnográficas. Allí se encuentran tesoros como la Piedra del Sol, las cabezas colosales olmecas y piezas emblemáticas de las culturas maya, mexica y zapoteca.
¿Qué significa obtener el Premio Princesa de Asturias?
El Premio Princesa de Asturias de la Concordia se entrega a personas o instituciones que contribuyen al entendimiento mutuo, la paz y los derechos humanos. En palabras del jurado, el museo “preserva, estudia y difunde el legado indígena con vocación global, promoviendo el respeto a la diversidad y la convivencia”.
El galardón incluye una escultura de Joan Miró, un diploma, una insignia y 50 mil euros. La ceremonia se realizará en octubre en Oviedo, España, y contará con la presencia de los Reyes y la Princesa de Asturias.
Otros recintos mexicanos que han sido reconocidos
En 1990, el Colegio de México fue galardonado con el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales por su contribución a la investigación y educación en América Latina. Años después, en 2003, el Fondo de Cultura Económica obtuvo el Premio de Comunicación y Humanidades, por su papel en la difusión del pensamiento hispanoamericano. Ahora, el Museo Nacional de Antropología se suma a esta selecta lista, como símbolo del valor que México aporta al diálogo cultural global.
Más que un museo: un espacio vivo
Desde su creación, el Museo Nacional de Antropología ha sido más que un espacio de exposición. Funciona como un centro de investigación, formación y reflexión. Cada año recibe a más de dos millones de visitantes y realiza programas educativos para niños, jóvenes y comunidades indígenas.
También colabora con instituciones de todo el mundo en proyectos de conservación, digitalización y repatriación de piezas. Su enfoque busca integrar la tradición con la tecnología, y el pasado con los desafíos del presente.
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