¿Sabías que uno de los efectos psicológicos de la infidelidad es que pierdes tu capacidad de medir el daño que causas en los demás?
Cuando eres infiel (cuando rompes el acuerdo de una relación cerrada) tu relación sufre, se afecta la confianza, la intimidad, la comunicación y la seguridad, pero también te afecta internamente. Más específicamente, la infidelidad tiene efectos psicológicos.
Y lo mismo sucede si tu pareja es quien rompe estos acuerdos: afecta tu autoestima, la visión que tienes de las relaciones y hasta puede afectar la facilidad para confiar en otros y para pensar lo peor siempre.
Hay quienes dicen que las relaciones monógamas no son naturales o la mejor opción, pero no vamos a discutir eso en estos momentos. Respetamos el acuerdo que cada pareja establezca. Y por eso hablamos de la infidelidad como una forma de violar las reglas establecidas en una pareja monógama.
Más allá de cualquier precepto social y moral, la infidelidad tiene efectos psicológicos. Según un estudio publicado en la revista científica PLoS One, el cerebro de la persona infiel procesa la dopamina de forma diferente.
La forma en la que experimentamos la felicidad, el dolor y el sufrimiento también se ven afectadas. Son sensaciones exacerbadas que incluso se pueden volver adictivas. Una persona que fue infiel una vez es muy propensa a hacerlo de nuevo para volver a experimentar la misma descarga intensa de dopamina.
Pero este es apenas uno de los muchos efectos psicológicos de la infidelidad. Y no todos son tan alegres ni tan placenteros. Hay un lado oscuro que puede afectarte a largo plazo.
¿Cuáles son los efectos psicológicos de la infidelidad?
1. Una vez que eres infiel, sientes menos culpa al volver a hacerlo
Ya dijimos que el cerebro de una persona que es infiel experimenta un exceso de dopamina, lo que lo hará más propenso a volver a buscar esa experiencia de placer y de adrenalina.
Pero también, un estudio de 2016 publicado en Nature Neuroscience encontró que el cerebro se acostumbra más a mentir y engañar con el tiempo, lo que hace que, cada vez que lo haces, todo se vaya volviendo más y más fácil.
La infidelidad depende de muchos factores y cada persona puede tener sus propias razones y justificaciones. Sin embargo, la ciencia dice que, una vez que lo haces, tienes más probabilidades de caer de nuevo.
2. El cerebro infiel presenta niveles más bajos de monoaminooxidasa A
Uno de los efectos psicológicos de la infidelidad tiene que ver con esta sustancia, que tiene que ver con la búsqueda de sensaciones, experiencias, emociones y poder.
La revista Newsweek reportó que las personas que se identifican como “sensation seekers” o “buscadoras de sensaciones/placer” tienen niveles más bajos de monoaminooxidasa A, que es la enzima que ayuda a determinar los niveles de dopamina que hay en el cerebro.
Procesar la dopamina de forma diferente es lo que puede llevar a caer en la infidelidad como una forma de tener emoción y de sentir placer o euforia. Como ya dijimos, la sensación que la dopamina produce puede ser adictiva.
3. Baja capacidad para medir y controlar riesgos
Otro de los efectos psicológicos de la infidelidad es que disminuye la capacidad para evaluar los riesgos potenciales y las consecuencias que pueden causar, según investigaciones del psicólogo Brian Gladue.
Esto hace que las personas infieles crean que pueden seguir engañando o tomando riesgos, sin pensar en lo que eso puede hacer y cómo les afecta.
Quizás antes de una infidelidad puedas ser una persona muy considerada con tu pareja y con los demás, pero en la medida en que incurres en lo mismo una y otra vez, ese aspecto de ti puede irse diluyendo.
4. Adicción a las emociones (otro de los efectos psicológicos de la infidelidad)
La infidelidad puede afectar las vías de recompensa del cerebro. La ciencia dice que, después de años con una pareja, es posible que las descargas de dopamina que tenías al principio vayan bajando, lo que puede hacer que el cerebro se comporte como un adicto.
Uno de los efectos psicológicos de la infidelidad es que estas acciones nos llevarán a ignorar todo y a dañar a las personas a nuestro alrededor con tal de tener la siguiente “dosis”. En este sentido, la infidelidad se puede volver casi una adicción.
¿Y los efectos psicológicos de la persona víctima de infidelidad?
Como ya dijimos, también las personas a las que su pareja le fueron infieles experimentan efectos secundarios, algunos a corto plazo y otras por muchos años.
Te presentamos una recapitulación de algunos efectos en el cerebro de ser víctima de infidelidad.
1. Te hace experimentar dolor físico
El rechazo y la infidelidad pueden activar partes del cerebro (como la corteza somatosensorial secundaria y la ínsula posterior dorsal) que te hacen sentir dolor físico, según reveló un famoso estudio de la Universidad de Michigan.
Lo que pasa es que, en las relaciones monógamas, la infidelidad va en contra del principio y los valores básicos, y eso activa esas partes del cerebro que afectan al cuerpo.
2. Tienes mayor ansiedad después de que alguien te es infiel
De acuerdo con un estudio, la infidelidad puede llevar a los hombres a experimentar una forma de ansiedad conocida como Paternal Anxiety, quien viene de la teoría de que ellos no tienen forma de saber si sus hijos son suyos hasta que nacen o hasta que hacen algún estudio, lo que produce inseguridad y hasta miedo, además de que puede llevar a la paranoia y la desconfianza.
3. Síndrome de abstinencia (uno de los peores efectos psicológicos de la infidelidad)
Según algunos estudios, descubrir que tu pareja te fue infiel se puede sentir como cuando decides dejar de usar alguna droga a la que eres adicto, ya que, de acuerdo con los estudios de la Universidad de Berkeley, el amor puede ser tan adictivo como la cocaína.
El amor puede seguir las mismas vías de recompensa en el cerebro que cuando usas una sustancia adictiva, por lo que el cuerpo puede reaccionar de una forma similar a lo que pasa cuando dejas la nicotina, por ejemplo.
4. Pensamientos obsesivos
La revista Psychology Today dice que otro de los efectos psicológicos de la infidelidad es que puedes caer en un comportamiento conocido como Rumination, que básicamente se refiere a “la tendencia a pensar repetidamente sobre las causas, los factores situacionales y las consecuencias de la experiencia emocional negativa de uno”.
Se trata de pensar una y otra vez en la misma cosa, de obsesionarte por saber qué hiciste mal o por qué te pasó esto, lo que termina haciendo que las posibilidades de salvar la relación bajen. ¿Te consideras una persona infiel?
Suscríbete aquí a nuestro newsletter semanal y recibe buenas noticias directamente en tu correo electrónico.
También te recomendamos: Dormir en cuartos separados, el secreto para que el amor funcione: estudio