Las pepitas de calabaza son el superalimento de la temporada. Descubre sus beneficios para el corazón, el sueño, la piel y el sistema inmune, y cómo disfrutarlas de forma natural.
Es temporada de calabazas, pan de muerto y colores cálidos. Pero más allá de los adornos y recetas típicas, hay un ingrediente que a menudo pasa desapercibido y que merece toda la atención: las pepitas de calabaza. Pequeñas, crujientes y llenas de sabor, son también una fuente de nutrientes esenciales que benefician al corazón, al sistema inmune y hasta al estado de ánimo. Este otoño, vale la pena disfrutarlas no solo por tradición, sino por salud.
Un snack con historia mexicana
Las pepitas de calabaza son parte de nuestra herencia gastronómica. Desde tiempos prehispánicos, los pueblos originarios las usaban en guisos, atoles y salsas —como el famoso pipián— por su valor energético y su fácil conservación. Hoy siguen presentes en muchas cocinas mexicanas, y la ciencia confirma lo que nuestros ancestros ya sabían: son un alimento poderoso.
1. Cuidan el corazón
Ricas en grasas buenas (como los ácidos grasos omega-3 y omega-6), las pepitas ayudan a reducir el colesterol malo y a mantener la presión arterial estable. Estudios de la American Heart Association sugieren que incluir semillas como las de calabaza en la dieta puede disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
2. Fortalecen el sistema inmune
Contienen zinc, magnesio y antioxidantes, tres aliados que refuerzan las defensas del cuerpo. En temporada de frío, comer un puñito al día puede ser una forma natural de mantener tus defensas fuertes.
3. Mejoran el estado de ánimo y el descanso
Las pepitas son una fuente vegetal de triptófano, un aminoácido que el cuerpo convierte en serotonina (la hormona de la felicidad) y melatonina (la hormona del sueño). Así que sí, además de ricas, ¡pueden ayudarte a dormir mejor y sentirte con más ánimo!
4. Aliadas del cabello y la piel
Su combinación de vitamina E, zinc y antioxidantes protege la piel del envejecimiento prematuro y fortalece uñas y cabello. Si las combinas con una dieta balanceada, notarás un brillo natural extra en pocos días.
5. Ayudan a la salud digestiva
Son una buena fuente de fibra, sobre todo cuando se comen con cáscara. Esto favorece la digestión y ayuda a mantener el equilibrio intestinal, algo clave tras los excesos de temporada.
Cómo disfrutarlas
- Agrégalas tostadas a tus ensaladas o sopas.
- Mézclalas con yogurt y frutas para un desayuno energético.
- Tritúralas para preparar pipián verde o salsas caseras.
- Llévalas como snack: son prácticas y saciantes.
El valor de la tradición
Las pepitas de calabaza son el ejemplo perfecto de cómo lo natural y lo tradicional pueden ser modernos otra vez. Este otoño, cuando veas una calabaza decorando tu mesa, recuerda que dentro guarda algo más valioso que su forma o color: un pequeño tesoro nutricional que alimenta cuerpo, mente y raíces.
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