¿Los perros y los gatos también sufren la pérdida de otros animales o de sus humanos? Esto es lo que dice la ciencia.
Muchas veces creíamos que los humanos éramos los únicos animales con la capacidad de reconocer la muerte, sufrir ante el fallecimiento de alguien y guardar luto.
Sin embargo, diversas investigaciones han revelado que esto es totalmente falso y para muestra el video de la BBC, donde muestra a grupo de monos llorando la supuesta muerte de un bebé mono, que en realidad es un robot.
¿Lo recuerdan?
Entonces si los humanos y los monos son capaces de sufrir ante la muerte de un compañero, ¿qué pasa con los perros y gatos? ¿También sufren y guardan luto? Esto es lo que se sabe.
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¿Los perros y gatos sufren ante la muerte de los humanos u otros animales?
De acuerdo con un artículo de National Geographic, los perros y los gatos podrían vivir la muerte un poco diferente a la manera en como lo hacemos nosotros.
Según el artículo, lo que pasa en los animales domésticos, sobre todo en los perros, es que no sufren la muerte en sí, sino la modificación de su rutina.
Si el perro convivía mucho con otro animal o humano, el cual falleció, el perro se alterará por la ausencia y la modificación de su rutina.
Posiblemente el perrito comía acompañado, jugaba o daba paseos con ese ser antes de fallecer.
Y ahora, ante la pérdida, la rutina se modificó totalmente, lo que podría causar que el animal duerma más o no le interese jugar.
Además, podría temer de su alrededor, ya que la muerte le podría indicar que hay peligro.
En el caso de los gatos, las cosas podrían ser un poco diferentes
Ante la ausencia de su humano o compañero de juegos, los gatos podrían implorar por la atención de los humanos.
Si la pérdida se dio con otro gato, posiblemente el gato sobreviviente se sienta estresado y lo muestre arañando cosas o defecando fuera del arenero.
Esto porque el otro animal lo hacía sentir en compañía e incluso compartía rutinas como dormir juntos y ahora eso cambió.
Según el artículo, algo que tienen en común los perros y gatos ante la muerte es que suelen visitar y examinar los lugares donde dormían y comían sus seres queridos. ¡Qué triste!
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