Si bien los perros más mayores son los que cuentan con mayor riesgo de enfermarse de diabetes, también hay muchos jóvenes que la padecen, pero
Encontrarnos un perrito con diabetes es más común de lo que quisiéramos. De hecho, se estima que uno de entre cada 100 a 500 perros padece esta enfermedad que se caracteriza porque el páncreas no produce la suficiente insulina.
Si a tu amigo fiel lo acaban de diagnosticar, que no cunda el pánico. “El diagnóstico positivo de diabetes en los animales de compañía no significa que sea el final de su vida“, explica Adrián Polo Jeréz, Coordinador Técnico de la Unidad de Animales de Compañía de MSD Salud Animal en México.
El experto también destaca que los cuidados que necesita un perrito con diabetes deben seguir un protocolo de tratamiento establecido y acertado. Al mismo tiempo que se deben aumentar las visitas al médico veterinario sin olvidar nunca que nuestra mascota necesitará más cuidados, atención y amor que antes.
Consejos para cuidar a tu perrito
- Administración de insulina. El tratamiento de diabetes en perros siempre se debe hacer con insulina de uso veterinario. Por lo tanto, es importante que sepamos cómo almacenarla, manejarla y administrarla.
- Revisiones médicas. Debemos programar citas con el veterinario al menos 2 veces al año para realizar un examen físico general, un examen de glucosa y un análisis de laboratorio.
- Disciplina. Es necesario que nos comprometamos a cuidar a nuestro perrito con diabetes. Eso implica darle el tratamiento adecuado siempre.
- Control de peso. Al igual que sucede con los humanos, la dieta es fundamental y se deberán restringir los carbohidratos e incluir alimentos ricos en fibra.
- Ejercicio. Asegurarnos de que nuestra mascota realice ejercicio de acuerdo con su edad y capacidades físicas es vital para combatir la enfermedad.
- Prevención de enfermedades. No debemos olvidarnos de mantener actualizado su calendario de vacunación, así como, de desparasitación interna y externa.
Maneras de detectar que tu perro tiene diabetes
Si bien los perros más mayores son los que cuentan con mayor riesgo de padecer la enfermedad, lo cierto es que también hay perritos jóvenes que también la padecen.
Por ello debemos estar muy atentos a una serie de síntomas como la pérdida de peso a pesar de que comen más, el aumento en la cantidad de veces que orinan, la sed que nunca parece acabarse o que estén todo el día cansados. Si observas alguno de estos puntos, lo mejor es que acudas cuanto antes al veterinario para que evalúe a tu mascota.
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