La fast fashion es uno de los mayores contaminantes en la actualidad; además, anualmente produce el 20% de las aguas residuales.
El sector de la moda denominado como fast fashion es un protagonista del calentamiento global y la segunda industria que más agua contamina, así lo declararon algunos delegados de las Naciones Unidas. Olga Algayerova, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (Unece), mencionó que deben cambiar sus engranajes y ser responsables con el medio ambiente.
La fast fashion representa el 20% de las aguas residuales que se producen anualmente a nivel internacional, y los recursos naturales que demanda para confeccionar una sola prenda son muy elevados. Para crear un par de jeans, esta industria produce un kilo de algodón con 10.000 litros de agua, el equivalente a la que tomaría una persona promedio en diez años. Bajo este proceso, una camiseta de algodón gasta 2.700 litros de agua, o lo que bebe un ser humano en dos años y medio, según datos de la Unece.
Este exceso de líquido se utiliza para regar sus enormes cultivos de algodón, que cada año consume el 11% de los pesticidas y el 24% de los insecticidas que se producen en el mundo. Además, también requieren quemar petróleo para producir fibras plásticas, con el fin de abaratar costos. Cada año, una cantidad alarmante de dichas fibras plásticas terminan en el océano, equivalente a 50.000 millones de botellas de refresco, según la Fundación Ellen McArthur.
Es impactante que estas prendas, que generan un gran gasto de recursos, solo se utilicen 10 veces, de acuerdo al informe “A new textiles economy: Redesigning fashion’s future”. Y más alarmante aún que el 40% de nuestra ropa jamás se utiliza. Aunado a esto, la fast fashion emite cada año el 26% de los gases que incrementan el calentamiento global. Sin duda alguna, la producción de esta industria debe cambiar, reutilizando o reciclando la inmensa cantidad de productos que crean cada día.