La técnica “cómete esa rana” fue inventada por el autor Brian Tracy, y puede ser de mucha ayuda para aquellos que temen realizar tareas muy complejas.
Si eres un lector ávido, seguro recuerdas que Mark Twain dijo una vez: “Cómete una rana viva a primera hora de la mañana y no te pasará nada peor durante el resto del día”.
A pesar de que los tiempos han cambiado significativamente desde que este autor escribió esto, la declaración sigue siendo cierta. Y no estamos hablando en sentido literal. Hoy en día, aunque las perspectivas de comer una rana viva real son abrumadoras, podemos interpretar estas “ranas” como las tareas que “debemos hacer” y que más tememos.
¿Qué significa la frase “Cómete esa rana”?
La técnica “cómete esa rana” quiere decir que tienes que hacer primero la tarea que más flojera o más miedo te da. Una vez que hayas comida tu rana, puedes estar seguro de que lo peor ha quedado atrás. Por lo que es probable que adoptes un enfoque positivo durante todo el día.
Básicamente, la “rana” es una representación abstracta de la obligación que has estado postergando o que te ha dado “hueva” hacer. Lo cual normalmente conduce a la procrastinación y, por ende, a la disminución del rendimiento.
¿Para quién es apta esta técnica de productividad?
La mayor parte de la gente que busca o lleva a cabo la técnica de “cómete una rana” está orientada a los negocios. También son aquellas personas que quieren soluciones creativas y rápidas para aumentar sus niveles de productividad. Sin embargo, “comer tus ranas” se puede aplicar a varios niveles, además de los profesionales.
¿Necesitas esta técnica en tu vida?
Contesta el siguiente test y descubre si eres apto para aplicar la técnica de “cómete esa rana”
- Haces malabarismos con varios proyectos a la vez
- Te enfrentas a entregas parciales durante toda la semana
- Tienes problemas para concentrarte en una tarea específica
- No estás acostumbrado a una rutina diaria
- Tienes problemas para priorizar tarea
Si contestaste SÍ a más de tres sentencias, entonces es hora de que pongas en marcha “cómete una rana”.
¿Cómo empezar a mejorar tu productividad?
La técnica de gestión del tiempo de la técnica “cómete esa rana” es simple:
- Etiqueta tus tareas para identificar tus “ranas”
- Trabaja en tu rana a primera hora de la mañana
- Una vez que termines con la rana, cambia tu enfoque a tareas menos cruciales en su horario
- Para etiquetar correctamente tus tareas e identificar ranas, deberás priorizarlas mediante un recuadro dividido en 4 partes.
Colocarás a las ranas dependiendo de la importancia que vaya teniendo cada una y las irás tachando en el orden que marcan las manecillas del reloj (de izquierda a derecha).
Puede parecer relativamente fácil de lograr, pero la esencia no está en el orden en que realizas las tareas. Y ojo: no debes pasar al siguiente cuadrante hasta que hayas completado las tareas del anterior.
Una vez que te acostumbres a la rutina de saltar a través de los cuadrantes, deberías notar un aumento en tu rendimiento general.
“Cómete esa rana” desarrolla una adicción positiva
De acuerdo con el autor de la técnica, Brian Tracy, una vez que domines este método, podrías desarrollar un tipo de adicción positiva que se deriva de la sensación de logro que se obtiene al terminar una tarea compleja. La liberación de endorfinas -neurotransmisores que aumentan los niveles de placer en tu cerebro-, se asocia con tu trabajo y la realización regular de tareas, lo que a su vez se convierte en una adicción positiva.
¡Inténtalo! Esta técnica no solo detendrá la procrastinación, sino que también mejorará tu propia productividad personal.
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