Comer insectos: el futuro sostenible y nutritivo de la alimentación

Lectura 3 mins.
Comer insectos: el futuro sostenible y nutritivo de la alimentación

Altos en proteína, bajos en impacto ambiental y cada vez más populares: los insectos comestibles podrían ser una de las soluciones más inteligentes para una alimentación sostenible.

Durante años, la idea de comer insectos generaba más curiosidad que apetito. Pero eso está cambiando. Hoy, la ciencia y la gastronomía coinciden: los insectos son una fuente poderosa de nutrientes y una alternativa real para enfrentar los retos del cambio climático y la escasez alimentaria.

En México, donde chapulines, escamoles y gusanos de maguey forman parte de la tradición culinaria, comer insectos no es novedad. Lo que sí es nuevo es la mirada global que ahora se les da como superalimentos del futuro.

Un alimento pequeño con un gran poder nutricional

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, los insectos contienen entre 35% y 70% de proteína, más que muchos tipos de carne o pescado. Además, aportan hierro, zinc, calcio, omega 3 y 6, y son ricos en fibra y aminoácidos esenciales.

Por ejemplo:

  • 100 gramos de chapulines aportan casi el doble de proteína que la misma cantidad de res.
  • Los gusanos de maguey tienen grasas saludables comparables con las del aguacate o el salmón.
  • Las hormigas chicatanas son fuente natural de antioxidantes y minerales que fortalecen el sistema inmune.

Una opción sostenible para el planeta

Más allá de la nutrición, los insectos son un ejemplo de producción sustentable. Requieren menos agua, menos espacio y generan 100 veces menos emisiones de gases de efecto invernadero que el ganado tradicional.
Mientras criar una vaca puede necesitar hasta 15 mil litros de agua, la cría de grillos requiere menos del 1% de esa cantidad.

Por eso, la FAO y la ONU, impulsan su consumo como parte de la transición hacia una alimentación más verde.
Si el mundo reemplazara solo una parte de su consumo de carne por insectos, se reduciría de manera significativa la huella ecológica del sistema alimentario global.

De la tradición al gourmet

En México, los insectos son parte de la cultura desde hace siglos. Lo que antes se encontraba en los mercados locales ahora también se sirve en restaurantes gourmet.
Platillos como los tacos de chapulines, las tlayudas con escamoles o las salsas con hormigas chicatanas ya forman parte del menú de chefs que apuestan por rescatar ingredientes ancestrales con un toque moderno.

Además, marcas mexicanas están innovando con harinas de grillo, barras de proteína y snacks sustentables que ya se comercializan en plataformas como Amazon México.

Comer insectos no es una moda

En un mundo que busca equilibrar salud y sostenibilidad, los insectos ofrecen una respuesta tan sencilla como poderosa: nutrir sin dañar. México lo ha sabido desde siempre; el resto del mundo apenas comienza a descubrirlo.

También podría interesarte: Estos 5 insectos tienen propiedades medicinales ¡increíbles!