El panel solar en el espacio tiene tan solo el tamaño de una pizza, pero puede enviar hasta una tonelada de energía adicional a nuestro planeta.
El Pentágono tiene un plan B: hacer llegar la energía desde ¡el espacio! Por medio de este panel solar, llamado Módulo de Antena de Radiofrecuencia Fotovoltaica (PRAM), que fue lanzado al espacio con el dron tripulado X-37B.
Del tamaño de una caja de pizza, el artefacto está diseñado como un prototipo de un sistema futuro para enviar electricidad a cualquier parte de la Tierra desde el espacio. Según CNN, los últimos experimentos muestran que el panel de 12×12 pulgadas es capaz de producir unos 10 vatios de energía para la transmisión. Eso es suficiente para alimentar una tablet.
Científicos del Laboratorio de Investigación Naval de EUA probaron estos meses con éxito este panel. Su objetivo es hacer llegar la energía a lugares remotos cuando no es posible obtenerla de otras formas. Por ejemplo, en un apagón por un desastre natural, en casos así simplemente se va a dirigir un rayo desde el espacio hacia la antena receptora.
Los beneficios que tendrá este panel solar en el espacio
Una de las ventajas que tiene el panel es que está en el espacio. Por ello, no se interpone nada entre él y los rayos del Sol. Así, no hay objetos que dificulten la entrada de luz ni limiten los rayos que le llegan. Y sería mayor la iluminación de la que recibiría aquí en la Tierra. Tampoco se ve afectado tanto por la degradación de la eficiencia que se produce cuando se calienten los paneles solares en la Tierra, presentando récords de eficiencia del 47%.
Este panel está diseñado para aprovechar al máximo la luz en el espacio, misma que no atraviesa la atmósfera. Por lo tanto, retiene la energía de las ondas azules, lo que la hace más poderosa que la luz solar que llega a la Tierra.
«La ventaja que tienen los satélites de energía solar sobre cualquier otra fuente de energía es esta transmisibilidad global», dijo Paul Jaffe, un co-desarrollador del proyecto, a CNN. «Puede enviar energía a Chicago y una fracción de segundo después, si es necesario, enviarla a Londres o Brasilia».
Aunque hasta ahora el panel solamente ha sido capaz de generar alrededor de 10 vatios en cada transmisión, el sistema es escalable. Es decir, se pueden crear paneles mucho más grandes que almacenen más energía. El siguiente paso es enviar esa energía capturada y almacenada a la Tierra.
Para ello se necesita un láser que envíe la energía desde un satélite a la Tierra, se quiere utilizar un haz de microondas y onda milimétrica, y un receptor aquí en la superficie sería el encargado de capturar ese haz de luz y guardar la energía enviada.
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