Clonar a tu perro ya es posible: el costo emocional detrás de una promesa científica

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Clonar a tu perro ya es posible: el costo emocional detrás de una promesa científica

En Estados Unidos ya es posible clonar a tu perro por más de 50 mil dólares. Descubre cómo funciona, qué dilemas éticos implica y si realmente vale la pena replicar a tu mascota.

Imagínalo: pierdes a tu perro, ese compañero que te acompañó en tantas etapas, y alguien te dice que puedes volver a tenerlo… idéntico. Suena a ciencia ficción, pero es completamente real. En Estados Unidos, ya existen empresas que clonan mascotas. La más conocida es ViaGen Pets, y sus servicios prometen “devolver” a tu perro a la vida con ayuda de la biotecnología. Pero más allá del asombro, esta práctica plantea preguntas éticas y emocionales.

¿Cuánto cuesta clonar a tu mascota?

Clonar a tu perro puede costar lo mismo que comprar un auto. El servicio comienza con una toma de muestra de tejido, cuyo almacenamiento cuesta alrededor de 1,600 dólares. Después, la clonación completa puede superar los 50,000 dólares, según datos publicados por ViaGen Pets. Además, conservar la muestra cuesta unos 150 dólares al año.

El proceso dura al menos cinco meses y depende de múltiples factores: éxito en la extracción de ADN, gestación de la madre sustituta y supervivencia del cachorro. La empresa asegura que todos los animales involucrados reciben cuidados adecuados y que los clones nacen saludables.

Así es el proceso científico

La clonación no es magia, sino una técnica compleja conocida como transferencia nuclear de células somáticas. En resumen:

  1. Se extraen células del tejido del perro original.
  2. Se introduce su ADN en un óvulo donado al que se le ha retirado su núcleo.
  3. Ese óvulo se estimula para que empiece a dividirse y formar un embrión.
  4. El embrión se implanta en una madre sustituta, que lleva a cabo la gestación.

Si todo resulta bien, el cachorro que nace tiene el mismo ADN que el perro original.

Lo que impulsa a la gente a hacerlo

Para muchos, clonar a su perro es una decisión de amor. La idea de “volver a ver” esos mismos ojos o carita mueve fibras profundas. En redes sociales, algunos dueños aseguran que sus clones no solo se parecen físicamente, sino que también comparten gestos, posturas o hábitos del perro original. Sin embargo, los expertos en comportamiento animal aclaran que el ADN no define la personalidad: el entorno, las experiencias y la crianza son igual de determinantes. Es decir, un clon puede parecerse, pero nunca será exactamente el mismo ser.

@perrhijos

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Los dilemas detrás de la clonación

Aunque fascinante, este avance también despierta debates importantes:

  • Ética animal: el proceso involucra a otros animales (madres sustitutas y donantes de óvulos), lo que genera preocupación sobre su bienestar.
  • Identidad y emociones: el clon no tiene los recuerdos ni la historia del perro original, lo que puede causar confusión emocional en sus dueños.
  • Costo y acceso: solo unos pocos pueden pagar este tipo de procedimiento, lo que lo convierte en un lujo más que en una necesidad científica.
  • Alternativas más humanas: adoptar un nuevo perro o apoyar refugios puede ser una forma más empática de transformar el amor por una mascota que partió.

¿Futuro o nostalgia?

La clonación de mascotas abre una puerta fascinante hacia la biotecnología, pero también hacia la reflexión. ¿Queremos realmente replicar seres vivos, o solo nos cuesta decir adiós? La ciencia puede copiar un cuerpo, pero no una historia. En un mundo donde la conexión emocional con los animales crece cada día, quizá el desafío no está en clonar el pasado, sino en seguir dando amor a los nuevos peludos que necesitan un hogar.

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