El concierto que lleva por nombre Restart-19 será dirigido por investigadores de la Universidad Martin Luther de Halle-Wittenberg.
Debido a la pandemia por COVID-19, la industria del entretenimiento se ha visto fuertemente afectada. Es por ello que para indagar cómo se propaga el coronavirus en espacios cerrados, científicos alemanes están convocando a 4,000 voluntarios. Hasta el momento ya se han registrado más de 1,300 personas para asistir a este concierto en vivo.
El estudio intentará rastrear (y combatir) la propagación del virus en salas de conciertos. Los participantes deberán tener entre 18 y 50 años, dar negativo a COVID-19 y registrarse en la página web del proyecto. La realización de este estudio tendrá un costo de un millón de euros y se espera que ayude a identificar las formas en que se pueden celebrar este tipo de eventos sin representar un peligro para la población.
“El proyecto tiene como objetivo identificar posibles condiciones marco bajo las cuales los artistas y los atletas pueden jugar y actuar nuevamente después del 30 de septiembre de 2020, sin poner en peligro a la población de estos eventos”, aseguran en la página.
Concierto experimental
Las personas que asistan deberán realizarse una prueba de coronavirus 48 horas antes del concierto. Al ingresar, recibirán una mascarilla y un dispositivo de contacto que tendrán que colocarse en el cuello para medir los movimientos y proximidad de otros. También deberán aplicarse un desinfectante fluorescente con el que los científicos podrán escanear el lugar con luces UV.
Al terminar el concierto determinarán qué superficies son las que más se tocaron haciéndolas particularmente “peligrosas”. Además, una máquina de niebla liberará vapores para ayudar a ver el camino de la COVID-19 utilizando aerosoles. El show correrá a cargo del cantante y compositor alemán de soul-pop, Tim Bendzko.
La experiencia científica/musical tendrá lugar el próximo 22 de agosto en el Arena de Leipzig, lugar en donde se encuentra una de las salas multipropósito más modernas de Europa. También se encuentra el estadio en donde Argentina le ganó a México en los octavos de final de la Copa del Mundo de 2006.
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La investigación dividirá a los asistentes en tres situaciones diferentes con sus respectivos protocolos. La primera simulará un concierto con 4,000 visitantes de antes de que comenzara la pandemia, es decir, sin distanciamiento ni medidas de higiene.
En la segunda, ingresarán 2,400 voluntarios a la sala multipropósito de acuerdo con un concepto de higiene optimizado y distancias significativamente mayores entre los participantes.
La última situación se investigará a 2,000 asistentes que serán ubicados en gradas en las que cada uno estará a una distancia de 1.5 metros en relación al otro. En todas las situaciones Tim Bendzko ofrecerá un concierto para mapear el comportamiento de la audiencia de la manera más realista posible. También se simulará la llegada y salida del público al lugar.
Si fuera en México, ¿asistirías a este concierto experimental?