Para algunas personas, ceder demasiado en una relación es algo inevitable. Debemos aprender a identificar el origen de esta personalidad y trabajar en ella.
Crecimos con la idea de que las relaciones de pareja son una relación de poder. Y aunque poco a poco la psicología va deconstruyendo esta noción, lo cierto es que algo hay de eso. Por eso es que siempre nos preguntamos: ¿cómo saber si estoy cediendo demasiado en mi relación?
Según la psicóloga Alexandra H. Solomon, todo está en la interdependencia. Esto es un vínculo que nos une con nuestra pareja y que permite la colaboración, la confianza y el cuidado.
Pero al mismo tiempo, la interdependencia puede hacer que nos volvamos demasiado complacientes con tal de satisfacer a nuestra pareja. Y así como a algunos les cuesta ceder, hay otros que ceden demasiado. Y generalmente ambos polos suelen juntarse, atraídos mutuamente por sus necesidades.
Las relaciones están llenas de microdecisiones que tomamos en tiempo real. Nos enfrentamos constantemente a momentos de “definir y ceder”, desde cosas tan sencillas como “¿qué desayunamos hoy?”, hasta “¿dónde deberíamos vivir?”.
¿Cómo dejar de ceder demasiado en una relación de pareja?
Estas son algunas indicaciones de Autoconciencia Relacional sobre ceder que te ayudarán a identificar tus tendencias, sus orígenes y cómo avanzar.
- Cuando era más joven y expresaba una preferencia /deseo/necesidad, los adultos a mi alrededor tendían a responder…
- Como adulto, cuando expreso una preferencia/deseo/necesidad, tiendo a sentir…
- En los momentos en que defiendo la preferencia/deseo/necesidad de otra persona, a veces siento…
- Sé que estoy cediendo demasiado cuando empiezo a sentir…
- Lo que me ayuda a discernir entre insistir y complacer es…
Después de realizar este análisis, debes saber que hay formas de evitar ceder demasiado en una relación de pareja. No se trata de ser egoístas, sino de escucharte, saber qué quieres y aprender a defender tus necesidades.
Estos son algunos signos que indican que puedes estar cediendo demasiado en tu relación o esforzándote para complacer a los demás:
- Te sientes resentido, y te sientes desprotegido o insensible.
- Estás teniendo reacciones que se sienten más grandes de lo que amerita el momento.
- Te sorprendes siendo sarcástico o pasivo-agresivo.
Cuando no tienes una capacidad adecuada de negociar en una relación, sueles tener reacciones de enojo, de frustración e incluso de venganza. Pero debes entender que no es culpa de tu pareja, sino de tu entera responsabilidad.
Caso contrario, estas son algunas señales de que posiblemente te cuesta ceder en una relación:
- Te cuesta dejar pasar las cosas, y tu pareja te describe como testarudo.
- Analizas atentamente la evidencia de que las cosas son injustas en tu relación.
- Con frecuencia te sientes irritable y rígido.
Si te identificas en la primera categoría, debes trabajar en ser firme de vez en cuando con tu pareja. Esto no significa que debes volverte terco o dejar de ceder por completo todo el tiempo.
Más bien, ve tu relación como un patio de recreo en el que puedes practicar qué se siente ir poniendo por delante tus necesidades de forma más frecuente, y al mismo tiempo ir viendo cómo reacciona tu pareja.
Si te identificas más con la segunda lista, pregúntate si podrías estar dispuesto, en nombre del crecimiento de tu relación, a hacer un ajuste o sacrificar esta vez.
Ceder mucho, poquito o nada… he ahí la cuestión
Como ya mencionamos, hay personas con personalidad egoísta y hay otras con personalidad complaciente. Las personas complacientes suelen ceder demasiado en una relación de pareja. Y generalmente siempre hay una persona egoísta aprovechándose de esa situación.
¿De qué depende esta personalidad? De varios factores, desde nuestro género, cómo era la dinámica en nuestra familia, nuestra propia personalidad y el historial de relaciones que hemos tenido.
Todo este pasado va formando nuestro perfil de “negociadores” en una relación de pareja. Inconscientemente, quizás fuiste creciendo y forjando un carácter demasiado complaciente, y no es tu culpa.
Lo que sí es tu responsabilidad es identificar que eres una persona que suele ceder demasiado en una relación de pareja y, después, trabajar en ello para que dejes de serlo.
Al identificar tus tendencias en la negociación, puedes crecer y mejorar tu capacidad para navegar estos momentos de una manera saludable que te beneficie tanto a ti como a tu pareja a largo plazo.
Esperamos que esto te sirva como una primera orientación y que puedas lograr un mejor equilibrio en tus relaciones, no sólo con tu pareja sino también con tu familia, tus amigos o hasta en el trabajo.
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