Se estima que más de un tercio de los cultivos a nivel mundial son parte del desperdicio de alimentos. Ante esto, se crearon estas cápsulas de proteína.
Nunca más volverás a ver tu cesto de basura de la misma forma. Lo que para ti sólo son residuos orgánicos, para Nutrapharma, una startup en Reino Unido, es una oportunidad de negocio. Es así como la empresa convirtió desperdicio de alimentos en suplemento de proteína.
La empresa desarrolló proteína vegetal por medio de un proceso de secado novedoso y técnicas de molienda que dio como resultado un concentrado en polvo con alto valor proteico. Este polvo lo encapsulan y lo comercializan como suplemento alimenticio.
Nutrapharma fue creada por el Dr. Eric Hilton, director ejecutivo de la startup. Su visión fue evitar que toneladas de alimento orgánico terminaran en basureros debido a la alta tendencia de la industria de desechar todo aquello que no se consume inmediatamente.
De esta forma, sus productos cumplen una doble función: evitar el desperdicio de alimentos como frutas y verduras, y al mismo tiempo crear alternativas nutricionales con un alto valor proteico.
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La empresa asegura que sus proteínas en polvo contienen niveles más altos de proteína que las proteínas de suero en polvo tradicionales, por lo que sus productos podrían tener un impacto profundo en la nutrición deportiva y los suplementos dietéticos.
El problema del desperdicio de alimentos a nivel mundial
Cada año, al menos una tercera parte de la producción mundial de alimentos termina en desperdicios, lo que equivale $1,000 millones de dólares.
En Europa, por ejemplo, los agricultores producen 956 millones de toneladas de alimento, de los cuales solo 54% se consumen. El resto puede terminar en basureros, según un informe de 2018 del Centro Común de Investigación de la Comisión de la Unión Europea.
La situación en Estados Unidos no es tan diferente. Según el Programa Mundial de Alimentos, entre 30% al 40% de los alimentos se desperdicia.
Hilton busca contribuir a frenar este desperdicio gracias a la tecnología que desarrolló junto con agricultores escoceses.
No es el único caso. En los últimos años, algunas empresas e investigadores independientes se han intentado encontrar soluciones al desperdicio de alimentos.
En noviembre de 2020, un estudiante de Filipinas inventó ventanas solares que pueden convertir los desechos de alimentos en energía, mientras que, en 2018, científicos finlandeses encontraron una manera de convertir los desechos de alimentos en carne y productos lácteos veganos.
También, la cadena de supermercados alemana SirPlus vende productos caducados y verduras torcidas en un intento por reducir el desperdicio de alimentos.
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