Antes de que la mala alimentación haga estragos en nuestra salud, las primeras señales de alarma tienden a reflejarse en nuestra piel.
Antes de que las toneladas de comida procesada, grasas y azúcares hagan estragos en nuestra salud, las primeras señales de alarma tienden a reflejarse en nuestra piel. Y como todo lo que comemos diariamente juega un papel determinante en el buen funcionamiento de nuestros órganos, es natural que dicha ingesta impacte positiva o negativamente al más grande de ellos, la piel.
En un artículo especial para la W Magazine, la cirujana dermatóloga Dendy Engelman, quien cuida de la salud de personalidades como Sofía Vergara o Christina Ricci, ofrece sus mejores consejos de nutrición para una piel saludable.
Como en el organismo en general, las dietas ricas en grasas y aceites poco saludables ocasionan inflamación en la piel, misma que puede provocar la temida obstrucción de los poros y los brotes de acné. Casi lo mismo sucede con el consumo excesivo de sal y alcohol: ambos provocan retención de líquidos e hinchazón de la piel, especialmente la de la cara.
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Para Egelman la dieta es esencial, pues de ser equilibrada, ésta tiene cualidades antienvejecimiento. Esto se logra mediante la ingesta de alimentos ricos en antioxidantes, vitaminas, proteínas y grasas saludables como la del aguacate, el coco, los frutos secos, el salmón o el aceite de oliva, las cuales contribuyen a la renovación de las células de la piel. Además, las proteínas en estos alimentos apoyan las estructuras de colágeno y elastina, manteniendo una buena hidratación y elasticidad.
Los ácidos grasos omega-3 y 6, así como las vitaminas A, B, E y el hierro de estos alimentos, también fortalecen el sistema inmunológico y ayudan a la piel a protegerse contra los radicales libres. Por otro lado, las frutas densas en agua como la sandía, la piña y el melón, entre otras, son excelentes para hidratar y proteger la piel de agentes externos.
La salud intestinal está estrechamente ligada con piel saludable: un desequilibrio en la microbiota del intestino puede ocasionar la liberación de toxinas y, en consecuencia, causar inflamación en todo el cuerpo, incluída la piel. Por ello, alimentos fermentados como el yogur, el kéfir (leche de búlgaros), la kombucha y el kimchi, son excelentes fuentes de probióticos que mantienen en equilibrio la flora intestinal. Esta medida es especialmente recomendable para aquellas pieles con tendencia al acné o con problemas de eccema o rosácea.