Un hallazgo en el océano conduce a los científicos a que los arrecifes de corales desarrollan su propio sistema para protegerse del cambio climático.
Los buzos de la UNESCO han descubierto y mapeado un enorme arrecife de corales gigantes en forma de rosa, escondidos frente a la costa de Tahití. La isla más grande de la Polinesia Francesa en el Pacífico Sur.
La estructura se encuentra en condiciones prístinas. Y se ha mantenido sorprendentemente saludable a pesar de los recientes eventos de blanqueamiento de corales en la región.
Arrecife de corales gigantes aún no ha sido bautizado
El arrecife de corales gigantes recién descubierto (que permanece aún sin nombre), tiene alrededor de 3 kilómetros de largo y entre 30 a 65 metros de ancho.
Se encuentra entre 31 a 55 metros por debajo de la superficie, lo que es inusualmente profundo para un arrecife de coral tropical. Y esta situación pudo haberlo protegido de los efectos del cambio climático.
Está compuesto principalmente por Pachyseris speciosa, un coral con forma de placa incrustante que forma colonias en forma de rosa que pueden crecer hasta 2 metros de ancho, según el Registro Mundial de Especies Marinas.
Está ubicado hacia el límite superior de la zona mesofótica, que se extiende desde 30,5 metros por debajo de la superficie hasta más de 149 metros. La información la dio a conocer la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Los buzos del proyecto de exploración del fondo marino Ocean 1 descubrieron el arrecife por primera vez en noviembre de 2021.
“Fue mágico presenciar el arrecife de corales rosas gigantes y hermosos que se extienden hasta donde alcanza la vista”, dijo Alexis Rosenfeld, fotógrafo submarino y fundador de Ocean.
¿Cómo lo descubrieron?
Históricamente, la ubicación del nuevo arrecife de corales gigantes en el límite superior de la zona mesofótica ha sido muy difícil de estudiar para los científicos. Porque es demasiado profundo para el buceo tradicional y demasiado poco profundo para usar vehículos operados a distancia, según la NOAA.
Sin embargo, desarrollaron nuevas tecnologías, como el uso de aire que contiene helio y que anula las alucinaciones causadas por el oxígeno y el nitrógeno en las profundidades. Además ayuda a prevenir las curvas o la enfermedad por descompresión que facilitan la exploración de estas regiones profundas durante períodos más largos.
En combinación con un mejor equipo de cámara submarina, esta nueva tecnología ha hecho que la zona mesofótica sea completamente explorable por primera vez. ¡Un hallazgo increíble!
También lee: El grolar: nueva especie de oso híbrido surge como consecuencia de la emergencia climática