Hoy, en el Día Mundial contra la Hepatitis, es necesario crear conciencia sobre esta enfermedad que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo.
¡No te alarmes! Las cifras que te mostramos a continuación sí están de terror, pero precisamente sirven como referencia para poner más atención en nuestros hábitos diarios y tener una alimentación sana que proteja a nuestro hígado.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) cada año hay 10,000 nuevas infecciones por el virus de la hepatitis B, y 23 000 muertes. Y solo el 18% de los afectados llega a diagnosticarse, mientras que el 3% reciben tratamiento.
En Latinoamérica se considera ya un problema de salud pública, pues en cuanto al virus de la hepatitis C cada año inciden 67,000 nuevas infecciones y 84,000 muertes. Estos números, déjanos decirte, no van a la baja.
Alimentos que protegen el hígado
Por ello, además de hacernos chequeos constantes, hacer ejercicio y cuidar nuestros hábitos del día a día, es importante que también consumamos alimentos naturales ricos en fibra y que funcionen como barrera para proteger nuestro sistema inmunológico. De esta manera nuestro hígado, uno de los órganos más importantes del cuerpo, se mantendrá sano y fuerte.
Avena
Comer fibra es muy saludable y positivo para diferentes funciones de nuestro organismo, como la digestión. Además, algunas de ellas, como la que proviene de la avena, pueden ser especialmente útiles para el hígado, ya que son ricas en compuestos llamados beta-glucanos.
La mejor opción es comprarla a granel, entera o cortada, pero no la pre-envasada porque puede llegar a contener harinas o azúcares.
Ajo
El consumo de ajo reduce el peso corporal y el contenido de grasa en personas con hígado graso, sin cambios en la masa corporal magra. Esto es beneficioso, en tanto que la obesidad es un factor que contribuye al desarrollo de enfermedades en el hígado.
Uvas
Las uvas son una fruta muy interesante para el objetivo de cuidar el hígado. El jugo de la uva y las semillas son ricas en antioxidantes que pueden ayudar al hígado a reducir la inflamación y prevenir el daño hepático.
Aceite de oliva
Si te encantan las ensaladas, ahora podrás ponerles suficiente aceite de oliva para disfrutarlas mejor. Un estudio afirma que agregar aceite de oliva a la dieta puede reducir el estrés oxidativo y mejorar la función hepática del hígado, como consecuencia del alto contenido de ácidos grasos insaturados en el aceite.
Toronja
De acuerdo con el World Journal of Gastroenterology, la toronja posee dos antioxidantes principales: la naringina y la naringenina. Las cuales ayudan a proteger el hígado de lesiones al reducir la inflamación y proteger sus células.
No está de más…
- Consumir 2 litros de agua diariamente
- Dejar los azúcares a un lado
- No beber alcohol en exceso
- No abusar en la cantidad de medicamentos
- Hacer ejercicio regularmente
Además de estas recomendaciones, no olvides visitar a tu médico en cuanto percibas algo inusual en el funcionamiento de tu hígado. ¡No ignores las señales de tu cuerpo!
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