El agua mineral, además de hidratar, aporta nutrientes esenciales que provienen directamente de los manantiales. En cada sorbo nos regala calcio, magnesio, potasio y bicarbonatos, minerales que el organismo absorbe con facilidad y que pueden marcar la diferencia en nuestra […]
El agua mineral, además de hidratar, aporta nutrientes esenciales que provienen directamente de los manantiales. En cada sorbo nos regala calcio, magnesio, potasio y bicarbonatos, minerales que el organismo absorbe con facilidad y que pueden marcar la diferencia en nuestra salud.
No se trata de una moda. Estudios científicos han demostrado que una buena hidratación puede reducir el riesgo de cálculos renales, ayudar a controlar la presión arterial, mejorar la digestión e incluso favorecer el envejecimiento saludable.
En este contexto, el agua mineral se convierte en una gran aliada porque combina lo mejor de la hidratación con un aporte extra de minerales que muchas veces escasean en nuestra dieta.
Minerales que hacen la diferencia
Contiene de forma natural elementos como calcio y magnesio, fundamentales para la salud ósea, muscular y nerviosa. Estos minerales también contribuyen a la función del corazón y la regulación de la presión arterial. En algunos estudios se ha encontrado que el calcio presente en el agua mineral puede ser absorbido tan bien o incluso mejor que el proveniente de los lácteos, lo que lo convierte en un recurso práctico para reforzar los huesos.
Digestión y bienestar
Las aguas minerales ricas en bicarbonatos ayudan a neutralizar la acidez estomacal, mejoran la digestión y reducen molestias como el reflujo. El magnesio, por su parte, tiene un efecto regulador que puede aliviar problemas de estreñimiento de forma natural, sin necesidad de recurrir a tratamientos más agresivos.
Corazón y presión bajo control
Diversos estudios han encontrado que consumir agua mineral con niveles adecuados de calcio y magnesio contribuye a la salud cardiovascular. Entre sus beneficios se encuentra la regulación de la presión arterial y la mejora en los niveles de colesterol bueno (HDL), lo que reduce factores de riesgo asociados con enfermedades del corazón.
¿Con o sin gas?
El agua mineral puede encontrarse con gas o sin gas, y ambas versiones ofrecen los mismos beneficios nutricionales. La diferencia está en la experiencia: el gas natural le da un burbujeo característico que resulta refrescante y que muchas personas prefieren como alternativa a los refrescos azucarados.
Por otro lado, el agua mineral sin gas es ideal para quienes buscan una hidratación más ligera y suave, sin perder el aporte de calcio, magnesio y otros minerales. En ambos casos, lo importante es elegir la que mejor se adapte a tu estilo de vida y disfrutarla como un aliado saludable de todos los días.
¿Qué marca elegir?
Según estudios de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) la marca de agua mineral más recomendada es Peñafiel.
Destacan también Topo Chico, originaria de Monterrey, con gas natural y alto contenido mineral, muy valorada incluso en mercados internacionales. Además de San Pellegrino, disponible en México, conocida por su burbujeo fino y contenido de minerales como calcio y magnesio.
Un hábito simple que suma
Incorporar agua mineral a tu rutina diaria es una forma sencilla de darle un plus a tu hidratación. No sustituye una dieta equilibrada, pero sí complementa con minerales que favorecen tu salud ósea, digestiva y cardiovascular.
Cada vaso de agua mineral es un recordatorio de que los pequeños hábitos construyen grandes cambios. Y este, además de refrescante, puede ayudarte a cuidar tu bienestar en cada sorbo.
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