Un desodorante y tu perfume Chanel seguro ayudan. Pero, ¿sabías que hay formas de oler bien sin usar fragancias?
Los malos olores o los perfumes exagerados pueden ser molestos. Incluso se pueden interpretar como una señal de mala higiene o de que eres una persona descuidada. ¿Cómo oler bien y dar la imagen adecuada?
Un buen perfume puede ser muy útil. Pero la realidad es que no necesitas gastar tanto en uno. Además, está el inconveniente de que a muchas personas les resulta poco agradable el aroma de los perfumes (se dice que Elon Musk prohíbe los perfumes en sus oficinas debido a que le dan dolor de cabeza).
Hacer lo posible por oler bien es una señal de respeto a los demás. Y puede hacer que te asocien con buenos recuerdos y buenas experiencias, así que es algo en lo que hay que poner un poco de esfuerzo.
Así que, si quieres oler bien, puedes seguir estos prácticos consejos. Omitiremos cosas básicas como una adecuada higiene corporal, darse una ducha después de hacer ejercicio, usar toallitas húmedas en el sanitario, lavarse los dientes y demás cosas que damos por hecho que ya haces. Esperemos…
Cómo oler bien: 6 trucos para lograrlo sin usar perfume
Como te decíamos, no necesitas gastar o invertir en perfumes y fragancias caras para oler bien todo el día. Simplemente hay que poner atención en algunos detalles que te ayudan a estar siempre fresco y a evitar que huelas a alguien que ha estado sudando todo el día.
Comer bien: elige alimentos para oler bien
Todo comienza con lo que nos llevamos a la boca. Y es que las decisiones alimentarias que tomamos cada día tienen una repercusión directa en la salud, pero también en el olor corporal.
Al ingerir cierto tipo de alimentos, ayudarás a que tu cuerpo tenga un olor más agradable. Por ejemplo, cereales integrales, nueces, alimentos ricos en zinc y, aunque no lo creas, consumir ajo crudo hará que huelas bien.
Hidrátate mucho (lo justo, pues)
Estar bien hidratados ayuda a liberar las toxinas del hígado, colon y riñones, también ayuda a tener una buena digestión y movimientos intestinales más eficientes.
Además, beber agua abundante mantendrá el PH de tu piel balanceado. Así como el de tu saliva, lo que evitará que acumules bacterias y sarro que puedan causarte un mal aliento.
Usa buenos productos de higiene corporal
Ya sabemos que están de moda muchas técnicas para crear tus propios jabones, shampoos, desodorantes y pastas de dientes de forma casera. Si esa es tu elección, solo cuida que no te hagan oler mal a las pocas horas.
En todo caso, para oler bien elige productos de higiene personal que sean ecológicos y lo menos agresivos con el planeta y con tu cuerpo. ¡Pero úsalos! Siempre será mejor un desodorante neutro y sin aroma que ir en el bus oliendo como el cesto de basura.
Cambia tu ropa todos los días
Esto incluye los jeans. Hay muchos mitos de que hay prendas que no guardan malos olores, como los pantalones de mezclilla o las chamarras o trajes. Esto no es verdad. Quizás tú ya te acostumbraste al aroma de tu ropa, pero otras personas pueden percibir cuando usas ropa limpia o no.
No te decimos que laves la ropa después de cada puesta. Hay formas de deodorizar las prendas sin necesidad de lavarlas. Un buen truco es ponerla al sol para que se ventile y se libere de los aromas corporales. Otra es darles un baño en seco con ayuda de un vapor.
Si no te gusta lavar tus prendas con suavizantes de telas, procura guardar las prendas en espacios donde no se encierre el aroma a humedad. Siempre permite que tu ropa tenga buena ventilación. Y, si puedes, coloca jabones aromáticos en rincones estratégicos del clóset y cajones.
Cuida los lugares donde te sientas para oler bien
Sin entrar en muchos detalles escatológicos, muchas veces los lugares donde nos sentamos no son lo más higiénico. Un asiento de cine o el asiento de un transporte público han visto pasar cientos o hasta miles de traseros antes de que alguien los limpie. Imagina que todos esos olores irán directo a tu ropa. Asqueroso, ¿no?
Tampoco se trata de que entres en paranoia y te obsesiones con eso. Si ves un asiento libre en el metro y quieres o debes sentarte, hazlo: la seguridad es primero. Tampoco te decimos que lleves un trapo húmedo a las salas de cine. Solo debes estar consciente de que… bueno, quizás quien se sentó ahí antes no dejó el mejor olor.
Lo que sí puedes controlar es el olor de tu sala, las sillas de tu comedor, tu asiento de la oficina y hasta tu cama. Haz limpieza con regularidad, con paños húmedos o jabón en seco si se trata de telas. Aplicar un poco de fragancia sobre las telas también es recomendable para oler bien.
Evita exponerte a cocinas y otras fuentes de olor
Estar en la cocina es estar expuesto al olor del aceite y los alimentos preparándose. Lo mismo pasa cuando vas a un puesto de tacos o a un restaurante de carne asada, por ejemplo. Tu olor no será el mismo después de ir a estos lugares y la gente de la oficina lo notará.
Aunque a veces es inevitable, para oler bien todo el día debes evitar estar largo tiempo en estos lugares donde se encierran los olores. Esto también aplica para los centros comerciales, cines e incluso el pasillo de perfumería de las tiendas departamentales: salir con 20 aromas distintos sobre tu piel, lejos de ayudarte a oler bien, te hará una bomba química de aromas.
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