Muchos dejamos de ir a la oficina y empezamos a hacer home office. Al principio pensamos que sería temporal, pero llegó para quedarse.
Desde marzo, muchos dejamos de ir a la oficina y empezamos a hacer home office. Al principio pensamos que sería temporal, pero todo apunta a que esta modalidad de trabajar desde casa llegó para quedarse.
Si bien hay grandes ventajas. La realidad nos ha demostrado que nuestros hogares no están preparados para hacer de oficina y nuestro cuerpo lo está resintiendo. No te preocupes, por fortuna, cada malestar tiene su ejercicio o su terapia para aliviarlo y en Wokii nos acercamos a CryoMx, el Centro wellness especializado en Crioterapia y Presoterapia, para que nos guiara en qué debemos hacer.
Identificar las molestias causadas por el Home Office
Hay cinco dolencias o molestias físicas muy comunes que pueden ser resultado de trabajar desde casa:
Ciática. Este dolor aparece cuando una hernia de disco o un espolón en la columna vertebral presionan el nervio provocando malestar desde la parte inferior de la espalda pasando por la cadera y llegando hasta la parte posterior de una o ambas piernas. Este dolor es tan molesto, que provoca limitación en el movimiento.
Cervicalgia. A pesar de que este malestar no siempre es de gravedad, es molesto y es resultado del sobreesfuerzo de los músculos del cuello, especialmente si la mesa en la que trabajas es mucho más alta que tu silla.
Lumbalgia. Se manifiesta a lo largo de la columna vertebral, especialmente en la parte baja de la espalda y su dolor puede ir de moderado a incapacitante. Este aparece especialmente cuando nos mantenemos encorvados por más de 8 horas.
Retención de líquidos. Al limitar nuestra movilidad, no hidratarnos correctamente y llevar una dieta alta en sal, nuestro cuerpo tiende a retener líquidos generando hinchazón y dolor.
Identificadas las molestias físicas, es tiempo de ponerles remedios. Los expertos aconsejan caminar 10 minutos por cada hora que pases sentado. De esta manera, lograrás que tu circulación fluya mejor y que el cuerpo no entre en tensión por permanecer en una misma posición tanto tiempo.
Además, es importante que hagas ejercicios de estiramiento antes de empezar a trabajar. Estos te permitirán despertar a tus músculos, especialmente si pasas de tu cama a tu zona de trabajo.
Como aún no sabemos cuándo regresaremos a la oficina, lo ideal es que adaptes tu zona de trabajo. Aunque si no quieres comprarte una silla, puedes utilizar cojines para obligarte a enderezarte o para elevar la altura de tu asiento.
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