Creías que no ahorrabas porque salías mucho de casa y ahora que llevas meses dentro de ella te has dado cuenta de que tu problema se llama gastos hormiga.
Creías que no ahorrabas porque salías mucho de casa y ahora que llevas meses dentro de ella te has dado cuenta de que tu problema se llama gastos hormiga.
¿Gastos qué? Sí, gastos hormiga. Todos aquello que compras porque piensas que es un monto relativamente pequeño, pero que al sumar todos esos gastos se hace una factura considerable.
En Wokii creemos que lo mejor es conocer a nuestro enemigo y por eso hemos hecho una selección de los 10 gastos hormiga más frecuentes.
- Café para llevar. Aunque no lo creas, tomar siempre un café (o dos) fuera de casa te está costando una fortuna. Ya sea que lo pidas en una cafetería elegante o en una de barrio, siempre será más caro que si te lo haces tú en casa.
- Antojos. Las visitas a las tiendas de conveniencia pueden ser tu perdición tanto para tu figura como para tu cartera. Depende del snack de preferencia, o de cuántos consumes de manera diaria, la cifra puede salirte a finales de año en 10,000 pesos…
- Servicios que no utilizas. Amazon te regaló tres meses de servicio gratuito de música y decidiste meter tus datos de la tarjeta porque era una oferta irresistible, pero nunca te bajaste la app. Seis meses después llevas tres cobros de algo que ni usas y no te estás dando cuenta. ¿Te suena?
- Intereses. Los intereses es eso que pagas a mayores por no pagar a tiempo una mensualidad como puede ser la del auto. Es probable que sí tengas el dinero, pero simplemente se te olvidó. Esos descuidos recurrentes a final de año te han hecho gastar una fortuna.
- Comisiones de las tarjetas. ¿Cuántas tarjetas de crédito tienes? ¿Las usas todas? ¿Realmente las necesitas todas? Este gasto es muy frecuente ya que no nos damos cuenta de que la mayoría de las tarjetas cuentan con una comisión anual que en la mayoría de los casos no merece la pena.
- Comida a domicilio o fuera de casa. Otro clásico de nuestros gastos hormiga. Sucede lo mismo que con el café. Pedir comida o comer fuera de casa siempre será más caro. Con esto no estamos diciendo que nunca lo hagas, pero si de siete días de que tiene la semana, lo haces cinco, te será imposible ahorrar.
- Recargos. Pagar recibos en tiendas de conveniencia o sacar dinero de otros cajeros nos hace aparentemente la vida más fácil, pero lo cierto es que los recargos por ese tipo de actividades sumados a final del año bien pagan varias mensualidades de tu recibo de la luz, por ejemplo.
- Compras en línea. Con la llegada de la pandemia, las compras en línea aumentaron de manera notable. Botones como compra en un solo click pueden ser tu perdición, así que piensa dos veces antes de cualquier compra y hazte la siguiente: ¿realmente lo necesito?
- Hobby. Algunas actividades pueden ser realmente costosas. Imagina comprar todo el equipo de esquí cuando realmente solo viajas a la nieve una vez al año y lo mejor sería alquilar todo.
- Transporte. Todos esos Uber que has tomado durante todo el año podrían haber sido el enganche de tu coche. Piensa eso antes de decidir quedarte un ratito más en la cama y despertar a los 40 minutos sin tiempo para elegir opciones de transporte más económicas.
¿Cómo eliminar los gastos hormiga?
Quizás creas que se necesita mucha fuerza de voluntad y que con el tiempo, acabarás sucumbiendo. Nada más lejos de la realidad. Evitar un gasto de este tipo puede ser tan fácil como esa frase tan famosa que dice: “Quítamelo que me lo gasto“.
Si no cuentas en tu cartera con ese dinero no podrás comprarte ese café para llevar que tanto se te ha antojado. Ahora bien, seguro que con esta opción llega el momento de una frase muy temida para nuestras finanzas: “para eso trabajo“. Por ello, lo mejor es que dentro de tu presupuesto incluyas un apartado de gastos hormiga y determines la cantidad que puedes gastarte de manera mensual sin afectar a tus finanzas (lo ideal es no más del 10% de tu presupuesto).
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